¿Quién serás tú, que te llaman por mi nombre?
¿Quién te da permiso para pisar mi sombra si me persigue el Sol?
si me compro unos zapatos, vas tú y te los pones,
y si abrazo a mi mujer, te quedas tú con su calor.
Creo que te conozco; sé que hablas conmigo,
me parece que nos parecemos y mantenemos un común,
vuelvo a preguntarte: ¿eres mimo de lo mío?
O si no acaso: ¿se te refiere como a mi clon?
Tu cara me recuerda a mi juventud y pasado,
veo alguna foto tuya y reconzco a mi gente,
me miro en el espejo y ¡mierda! con quién me encuentro:
con tu vivo rostro de maniquí permanente.
Tengo rizos que usas de peluca,
tengo unas manos con las que, si me despisto, escribes,
tengo una lengua con la que besas; y lo sabes hacer,
¡pero pena de ti, que te robo los labios!
He de vivir con la certeza de mantenerte,
¡quisiera yo que mi sueldo no se fuera en comida para ti!
si yo no muriera te mataba hoy mismo de hambre,
pero he de subsistir, y como y gasto por ti y por mi.
Me robas mi fama de truhán y te apoderas de mi hedonismo y mi lujuria,
de cada dos tragos que tomo, el ciento por cien vuela a tu gaznate,
me castigas con dolores, deudas y muy pocas alegrías,
y lo peor que arrastro de ti es oirte decir: ¡COLEGA ANÍMATE!
4 comentarios:
EL poder absoluto, el único juez que nos puede hacer torturar sin vacilar y sin pruebas, nuestro propio autorretrato en el cielo y el infierno, la verdad y la mentira. A veces hay que plantarle cara y decirselo sin vacilar: Aquí mando YO!
Ese es el mensaje!
Hemos de ser capaces de sabernos llevar... ¿Pero a quién no le resulta difícil?
Me ha encantado Sergio. Para mi, es el YO mayusculado. Una imagen a semejanza de este mundo imperfecto. Aún así, detrás de él, siento que la calma espera, pues nunca ha habido un rey en el imperio del Ego.
Buena reflexión amla.
Todos tenemos un YO y no está demás ponerlo cara a cara y agarrarlo del pescuezo...
Saludos.
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