11 jun 2006

Mar desangrado

Acompañado de 'a dos velas',
me sigue la estela un reloj sin rumbo,
un pasado empapado en penas,
un presente roto e inoportuno.

HIJO DE LA TRISTEZA
EL DÍA VENCE A LA MUERTE,
soy dios de mi certeza,
vine a vivir por morir para siempre.

Sabios sabores de 'hoy de ti paso'.
si lo haces por voluntad..., lo sé.
no soy tipo para ti; un fracaso,
rojos labios de 'lo noté'.

Cojones cargados de simpatía,
macetas en patio falto de riego,
sonrojos de la diosa alegría
me mantienen vivo, siempre ciego.

Acostumbrado a la presión del malestar,
aprovecho mi salud para desgraciarla.
abrumado, bajo el abismo, suelo estar,
sobre el cielo, intentando no cagarla.

Largos momentos de segundos eternos,
suaves aromas de flor envenenada.
síntomas de creerse previsible, o no.
Una luz, bajo tu brillo, apagada.

Casi como siempre hasta lo remoto,
como casi nunca, dado de sí.
Es como que, casi siempre, nunca poto,
como siempre, voy roto por ti.

Hágase la luz dijo el genio,
Viértanse sudores huecos de alevosía,
si por crema dulce pierdo mi tiempo,
que nunca apaguen la luz de mi día.

Sólo pedirte que me des lo que siento.
Sé que es mío, pero sin ti es mentira,
compartirlo solo es mi propio escarmiento,
de un castigo que afronto con valentía.

Rosario de colores infelices,
me dan la mano, identificados.
mis palabras son sabias en sus matices,
y mi vida es un mar desangrado.

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