Observar con la mirada vacía,
Nunca estoy ante lo que deseo ver.
Complicidad eterna por un día
Con la manía de dejarse doler.
Seguiré, como por torpeza, en pié,
Caminando descalzo sobre rocas.
Ya no descanso, ni descansa mi sien,
La que llora de recordar tu boca.
Mi sangre, helada, recorriéndome.
Impulso rebelde pidiendo calor.
No se acostumbra, mas no, se conforma.
Prácticamente sufriendo síndrome,
En busca de un rayo que pedirle al Sol
Para al fin salir de esta negra sombra.
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